Capítulo237
¡Desprevenido!
Desde que Zeus fue arrestado, la familia Hernández se ha visto envuelta en noticias negativas, y
ahora la fiscalía se lleva a Ema. Esta serie de ataques repentinos, no le da a la familia Hernández
tiempo siquiera para reaccionar.
-¿Por qué me están arrestando? ¿Tienen alguna prueba? -Ema se puso nerviosa y su elegante
actitud se desmorona al instante.
Incluso Leona estaba pálida como petrificada, sin poder moverse, tan solo mirar a su madre siendo
llevada.
-¡Enrique‘,Ayúdame!, Por favor, ayúdame! Ema estira el cuello y grita desesperadamente a
Enrique, con lágrimas cayendo.
Enrique está tan ansioso que su rostro se pone rojo, quiere detenerlos, pero necesita mantener su identidad de presidente ante los demás, así que descargaría su ira en Clara Señora Pérez! ¿Qué
significa esto? –
-Presidente Hernández, quienes se llevan a su esposa es la fiscalia, ¿por qué me estás gritando? –
Clara sonrie con calma y tranquilidad.
-¿Cómo sabías entonces lo que se iba a transmitir en las noticias de hoy? ¿Por qué te atreviste a
insinuar cosas sin fundamento antes? ¿Acaso todo esto no es obra tuya?
-El grupo KS tiene una gran influencia, sabemos todo lo que sucede, incluso los medios de
comunicación lo sabían ¿Cómo es posible que la familia Pérez no recibiera la noticia antes?
Presidente Hernández, estás equivocado–Clara miro con desdén.
Enrique estaba enfadado y avergonzado, sus músculos faciales temblaban -Señora Pérez, Alex y
tú se divorciaron y no pudieron envejecer juntos. ¡Esto no se puede culpar a otros! ¡Solo pueden
culpar a la falta de coincidencia del destino entre ustedes!
El alcalde Ximénez y su esposa estaban completamente sorprendidos
¿Pérez y Hernández habían estado comprometidos? ¿Cuándo sucedió eso? ¡Eso sí que era bueno!
-¿Porque te sientes insatisfecha después del divorcio y entonces buscas vengarte de los Hernández, provocando los problemas? ¿No crees que tu comportamiento es despreciable y
Estas palabras eran realmente ofensivas, incluso Aarón sintió un pinchazo en el pecho y estaba a
punto de defender para Clara.
Pero para su sorpresa, el hombre despreciable dio un paso adelante.
En este momento, Alejandro se interpuso entre Clara y Enrique, con su figura erguida y firme,
enfrentando fríamente a Enrique.
-presidente Hernández, acusar a la señora Pérez sin fundamento parece desesperado y
lamentable.
-¡Alex! ¿cómo puedes protegerla?
Enrique está lleno de ira, con los ojos enrojecidos. -Ya están divorciados, ella no solo no se
comporta, sino que también ataca a la familia Hernández. ¿Por qué la proteges?
Alejandro frunció ligeramente el ceño y se giró para mirar a Clara, pero sus ojos estrellados como
un abismo no revelaban ninguna emoción.
Los ojos de Clara se encontraron con su mirada profunda por un instante, pero luego apartó la cara
con disgusto, mostrando una sonrisa fría en sus labios.
Efectivamente, este hombre refinado y egoísta está del lado de la familia Hernández. Lleva la
sangre de Enrique y en su corazón es igual a su padre, siendo un tonto que es engañado fácilmente
por las mujeres.
-Creo que ella no hizo esto, dijo Alejandro mirándola palabra por palabra.
Clara se sorprendió y giró lentamente la cara para mirarlo. En ese momento, él se volvió y dijo:
Incluso si nos hemos divorciado, siempre y cuando ella sea inocente, estaré de su lado.
De repente, el hombre movió sus labios delgados, con un gesto frío en su ceño, y dijo: Incluso si
no nos hemos divorciado, mi esposa no necesitaría su enseñanza.
Los párpados claros de Clara se movieron ligeramente mientras apretaba sus labios y se tocaba el
oido.
¡Qué tonterías! era simplemente insoportable escucharlo.
Enrique estaba tan enfadado que sus oídos zumbaban y sentía que iba a golpear a este hijo
insubordinado fuertemente.
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Si no fuera por la presencia de extraños, definitivamente se acercaría y abofetearía a este bastardo
desobediente.
Viendo que la discusión entre la familia Hernández estaba empeorando, Clara se sintió
inexplicabiemente satisfecha y no tenía ganas de discutir con Enrique.
En cualquier caso, ya había logrado lo que quería, solo faltaba el último paso.
-Creo que el presidente Hernández y el Sr. Hernández estarán ocupados hoy, así que no los
molestaré más. Me voy.
Después de esas palabras, Clara se giró con Aarón hacia el ferry.
-¡Espera, señora Pérez!
El alcalde Ximénez limpió el sudor de su frente y se apresuró a alcanzarlos. Creo que podemos
tener una conversación más profunda sobre la Ciudad Próspera.
-Yo también creo que podríamos conversar sobre esto.
Clara dijo con una sonrisa leve, pero su actitud era claramente la de alguien que tenía la ventaja.
En los próximos días, organizaré un encuentro con usted. Espere mi mensaje.
-¡Claro, esperaré! ¡Siempre estoy a su servicio! -La actitud del alcalde Ximénez era ahora tan
entusiasta como si fuera otra persona.
-Clara, si no te importa, ¿podría llevar a mi hijo contigo? Si pudiera conocer a la señora Pérez, se
sentiría muy honrado–dijo la señora Ximénez, con una sonrisa en su rostro, acercándose para
adular.
La hija del multimillonario de Valencia, ¡quién no querría acercarse a ella!
Alejandro sintió un escalofrío en la respiración y su rostro se volvió tan oscuro como un eclipse
total.
Esta mujer debería ser escondida en un palacio dorado y criada allí, ya que cada vez que sale, atrae la atención de todos con su belleza, ¡es demasiado llamativa y atraída a otros!