Capítulo270
Bajo la organización de Julio, la cita fue programada rápidamente en el itinerario de Clara. Mientras Clara se arreglaba y se maquillaba en el baño, Aarón esperaba afuera para informarle sobre el plan del día. Clara pensó que el día estaba lleno de actividades y que había muchas cosas
por hacer durante toda la jornada laboral.
Después de un rato, la puerta del baño se abrió y Clara, cuidadosamente arreglada, apareció frente
a Aarón, quien no pudo evitar reírse.
-Señorita, ¡se ha pasado demasiado con el maquillaje!– exclamó Aarón.
La señorita llevaba una peluca en la cabeza, tenía manchas simulando pecas en la cara, y debajo de la nariz había un trazo negro que parecía un bigote. Sosteniendo el marco de la puerta con una mano y simulando hurgar en la nariz con la otra, parecía un mendigo.
-Incluso estaba pensando en añadir unas cicatrices en mi rostro–dijo Clara, sonriendo
ampliamente y mostrando unos dientes bien amarillos. Luego hizo un gesto con la mano hacia
Aarón, -¿Y qué te parece? ¿Acaso no crees que me veo hermosa? Ahora de veras nadie me elegirá.
Aarón, quien generalmente se mostraba serio como el jefe de secretarios, no pudo aguantarse esta
vez y se dobló de risa.
Clara, sintiéndose aún más traviesa, tomó su teléfono móvil y se tomó una selfie, luego la envió al
grupo de chat con sus hermanos.
De inmediato, el grupo se animó y todos empezaron a unirse a la conversación.
Diego: -¿Disculpa, ¿quién eres?
Clara: -Adivina quién soy.
Juan: -¡Hermanita, eres realmente encantadora! ¡Este disfraz te hace ver, pero bien fea!
Javier: ¡Casi me asustas temprano en la mañana!
Antonio: – Hermanita, ¿por qué te vestiste así?
Juan: -De repente, pasaste de ser una belleza glacial a una fealdad tropical.
Clara: -Vamos, juzguen mi apariencia según sus estándares masculinos, ¿cuál es la probabilidad
de tener éxito en una cita así?
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Javier: -De esta manera, no tendrás ningún éxito.
Diego: -Creo que no deberíamos juzgar a las personas por su apariencia externa. Si llegamos a conocer tu personalidad, nos sentiríamos atraídos por tu encanto personal.
Antonio: -Creo que, con tu carácter tan bueno y talento, incluso en esta apariencia, cualquier
hombre se enamoraría de ti.
Clara revisó el chat y soltó una risa enérgica.
Clara: ¡Deséenme buena suerte entonces! Voy a conocer a mi primera cita.
Diego: -Que Dios te bendiga, hermanita.
Javier: Clara, si sales con esta peluca, si algún hombre se interesa en ti, deberías considerarlo. Si
te ama de verdad, no le importará tu apariencia.
Javier: ¡Significa que él es como nosotros, no se fija en el aspecto exterior, solo en el interior!
–
Clara Si alguien me prefiere hoy, le daré una tarjeta de tratamiento gratuita del Hospital Pérez
para que revise si tiene problemas en los ojos.
Mientras tanto, el teléfono de Aarón vibraba constantemente.
Aprovechando que la señorita no estaba mirando, miró el teléfono y vio que los cuatro señores le
enviaron mensajes privados casi al mismo tiempo.
El contenido era similar.
Hermanos: – Cuídate de Clara y por favor escríbenos si surge algún problema.
Aarón: No te preocupes, protegeré a la señorita y no la dejaré en peligro.
Hermanos: -No nos preocupa que protejas a Clara, ¡nos preocupa la persona que se cita con ella!
Aarón se quedó sin palabras.
La temporada oficial de citas había comenzado.
Clara era una persona eficiente y pensó que, si ya había llegado a este punto, sería mejor ser
rápida y ver a varios candidatos para citas. Lo que no esperaba era que se presentaría ante ellos
con esta apariencia desagradable, pero para su sorpresa, estos herederos de familias adineradas y
miembros de la alta sociedad no parecían importarles. A pesar de que estaban sentados frente a
una mujer poco atractiva, permanecían tranquilos y relajados, riendo y charlando.