Capítulo279
El equipo de Hernández se miró confuso, y César sintió como si un rayo le hubiese caido encima.
Al ver la expresión lúgubre de Alejandro, Beatriz intentó tranquilizarlo: -Alejandro, no tienes que
preocuparte. Es solo un pinche jardín, tenemos muchas opciones similares en todo el país,
podemos contactar a otras empresas.
Antes de que terminara de hablar, Alejandro repentinamente retiró su brazo de él, pero con tanta
fuerza, que la hizo tambalearse un poco hacia atrás, sintiéndose avergonzada.
-Vámonos, Pol–dijo Clara, sin molestarse en mirarlos, solo sonriendo amablemente a Pol.
-Está bien, ya he reservado un restaurante, podemos ir alli–respondió Pol.
Los dos se miraron y sonrieron, lo que hizo que Alejandro sintiera que una mano invisible apretaba
su garganta mientras fruncía el ceño con fuerza.
Él se acercó rápidamente y detuvo a Pol.
-Pol, hablemos por favor a solas–dijo con un tono imperioso, sin mostrar debilidad por el fracaso
de las negociaciones del proyecto.
-Si es sobre el proyecto de las rosas, creo que no tenemos nada más que hablar –, respondió Pol,
sin desear perder tiempo con él.
-¿Y si es sobre otro asunto?-preguntó Alejandro, mientras sus ojos oscuros y enigmáticos se
posaban en el rostro de Clara.
Pol llevó a Alejandro a un pabellón contiguo al jardín.
Se sentaron frente a frente, que a pesar de estar rodeados de exuberantes y calidad flores, la
atmósfera que se respiraba entre ellos dos se sentía helada como un frigorífico.
-Por favor, Alejandro, ve al grano. Tengo una cita con Clara–dijo Pol mirando su reloj, mostrando
cierta impaciencia.
-¿Una cita? ¿No están aquí para hablar de negocios?-en lo que respecta a Clara, Alejandro no
quería que este hombre se saliera con la suya, -Tal vez solo están fantaseando con ella. Después,
de todo, Clara fue mi esposa durante tres años, yo la conozco mucho mejor que tú.
-¿De verdad la conoces?
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Pol encogió los hombros con desdén y se burló, -Solo tres años, no es tanto. ¿De dónde sacas la
confianza, Alejandro? ¿Crees que me conoces mejor que yo a Clara?
Alejandro apretó los puños con indignación, su mirada ardía de frialdad, -¿Has investigado sobre
mí?
Pol sonrió y negó con la cabeza, -Todo lo que hago es por Clara, no tiene nada que ver contigo. Esta
vez, estoy cooperando con Clara, no porque deseo robar algo de ti. La persona que he estado
esperando es ella. No permitiré que nadie más intervenga en esto. Sé que tus hombres han
contactado a los míos, pero simplemente no tuve la oportunidad de decirtelo personalmente.
Desde el principio, nunca tuve la intención de cooperar con Hernández. 1
Alejandro dejó escapar un suspiro de alivio, sus ojos profundos como fuego en la noche, -Pol,
aunque has vuelto al país recientemente, sé sobre tu pasado. Pero no te conozco lo suficiente, al
igual que Clara, tal vez ella sea engañada por tu apariencia falsa, pero yo no caeré en tus mentiras.
Sé lo que hiciste en Austria, tengo mis fuentes de información.
En Austria, Pol era la personificación del dinero y el deseo, tenía una reputación infame. Pero
frente a Clara, podía ocultar completamente su verdadera naturaleza y mostrarse como un
caballero cariñoso y humilde, lo que mostraba lo profundo de su astucia y lo pesado de su
maquinación.
Es cierto, se habían divorciado y todo lo relacionado con Clara ya no tenía nada que ver con él. Pero
Alejandro la veía acercarse cada vez más a Pol, y sentía rabia y odio. Pero también miedo.
Pol dejó de sonreír con ironía entre los labios, empujó suavemente sus gafas, pero no refutó.
-Veo que no te faltan mujeres a tu lado. Pero Clara no es una mujer que puedas manipular a tu
antojo, ni alguien a quien puedas cortejar de manera impulsiva con unos cuantos ramos de rosas
románticas–dijo Alejandro con una expresión fria y sombría.
Unos segundos después, Pol no pudo evitar soltar una risa burlona, Es extraño. Si te duele tanto
Clara y te preocupas tanto por ella, ¿por qué razón decidiste divorciarte de ella y casarte con otra
fulana?
Esa pregunta fue directa y punzante, un golpe directo al corazón. Alejandro sintió un escalofrío
recorriendo su alma como un relámpago.
-Sé qué tipo de persona soy, lo tengo claro en mi interior. Incluso si soy despreciable, mi sincero
afecto hacia Clara siempre será puro y leal. Mejor que tú, Alejandro, que te casaste con Clara, pero
estabas pensando en otra, hiriéndola sin piedad. En este mundo, cualquiera podría decirme estas
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Pol frunció el ceño y su tono se volvió aún más frío y venenoso, -Ya sea que te arrepientas ahora o no, ustedes dos ya se han divorciado. A partir de ahora, a quién elija Clara, a quién ame, ya no tiene.
nada que ver contigo.
Dicho esto, se levantó y se dirigió hacia fuera del pabellón. Pero luego detuvo sus pasos y miró hacia atrás al Alejandro, que estaba sentado cual estatua de piedra en mausoleo.
-Mi intención hacia ella ha sido planificada durante mucho tiempo. Tus tres años con ella, desde
mi punto de vista, no tienen valor alguno.
Alejandro se quedo solo en el pabellón, reflexionando sobre las palabras de Pol, con el rostro pálido. como el papel y sus anchos hombros temblando ligeramente.